sábado, 20 de febrero de 2016

Subida al Coriscao desde Cosgaya: 1.600 mt a deguello

Por fin ha caído una nevada de cierta entidad. La subida al Coriscao desde Cosgaya, que la tenemos en el calendario para este mes de febrero, estará preciosa, pero son casi 1.600 mt. de desnivel y habrá que hacerlos casi todos con las raquetas.
Tocara sufrir un poco, pero seguro que merecerá la pena ante las recompensas que nos esperan en este bonito recorrido.

Junto con Roberto, Mayte, Justo y Chema que conduce el coche, recorremos en primer lugar los kilómetros que separan Santander de Puentelles donde nos juntamos con Juan Carlos, y posteriormente los que nos faltan hasta Cosgaya, que es donde comenzaremos la marcha.

A las 9 iniciamos la ascensión con un día que promete ser de lo mas adecuado para poder disfrutar de una gran jornada de montaña.
Cogemos el camino que transcurre por la margen derecha en el sentido de la marcha del río Cubo, que desciende con gran estruendo de las montañas que rodean la vertiente este del Pico Coriscao y que desemboca en el Deba por debajo del pueblo de Cosgaya. Tanto el río como el camino, discurren encajonados por un cerrado barranco que concentra el atronador ruido de las aguas que se precipitan en continuas cascadas hacia la zona mas honda del valle.
Echando la vista atrás, vemos asomar el macizo Oriental que nos muestra lo cargadas que han quedado las montañas tras la última nevada.

Llaman mi atención los paredones que caen del Sagrado Corazón, por debajo de los cuales se descuelga la canal de Jonfria, canal que recorrimos hace tiempo y a la que igual habría que realizar una visita en breve.

Pero hay que volver la vista al frente y al suelo, que se encuentra bastante embarrado, no sea que nos manchemos las botas y las polainas en exceso.

Una de las muchas cascadas que nos vamos encontrando en el recorrido, esta concretamente, en el lugar donde tenemos el primer contacto con la nieve.

Chema posa en un puente realizado con unos gruesos troncos.

El camino se aparta unos metros del cauce del río y en continuos y empinados zigzas nos va elevando por un frondoso monte de hayas. Nos ponemos las raquetas y con gran esfuerzo vamos ganando metros al camino.



El sol que ya comienza a alumbrarnos, llena de luz, color y calor nuestro camino.


¡Pero que largo se hace este recorrido por la pista, aunque este completamente tapada por la nieve!
Por fin, pasadas las 11 llegamos a la preciosa campa de Prao Cubo.

A la entrada de esta campa hay una amplia cabaña/refugio donde Justo y yo dormimos en varias ocasiones cuando hace ya años, comenzábamos nuestras andanzas por las montañas.

 Después de recuperarnos con un caldo calentito y unas reconstituyentes galletas pasiegas, continuamos nuestro duro bregar por la pista, al encuentro de la larga crestería que nos llevará hasta el pie del Coriscao.

Al ganar altura tenemos esta magnífica vista del Prao Cubo por el centro del cual acabamos de pasar.

 Con mas detalle se aprecia la cabaña y la fuente a la izquierda, y nuestra huella por el centro.

Ya se nos muestran magníficas las cumbres de la Peña Gustal de 1.947 mt. a la izquierda y de la Peña Cascajal de 2.027 mt.

 Y en frente nuestro, aunque aún muy lejos, vemos por primera vez nuestro objetivo de hoy.

Así se nos mostraba el macizo Oriental con la imponente canal de Lechugales bien cargadita de nieve.

Pero menos contemplación, que aún nos queda mucho para hacer cumbre. Nos metemos mas de lleno en la arista y en cortos zigzas la vamos comiendo metros. En algunos tramos hace un calor abrasador pese a que el termómetro solo marca 12º. Afortunadamente, a falta de Jose, que es el encargado de abrirnos huella, hoy tenemos a Roberto que con su insultante juventud, nos esta realizando un trabajo impagable, vamos, que no se lo vamos a pagar.

 El gran esfuerzo se ve recompensado por las magníficas vistas que vamos obteniendo a medida que ganamos altura.

Toda la Liébana a nuestras espaldas.

Superando la parte mas empinada.

Vamos recorriendo la larga arista que nos sorprende con algunos delicados tramos.

Como este que tenemos que descender por una estrecha canal.

Chema ha sido el primero en descender este delicado paso y el autor de estas tres fotos.
Me recuerda al  llamado escalón Hillary que hay que superar en el acceso a la cumbre del Everest y cuya foto he visto en los libros que he leído de distintas ascensiones a esa montaña, y que lleva ese nombre en honor a sir Edmund Hillary, primer conquistador del techo del mundo y que por lo tanto fue el primero en superarlo en su camino hacia la cumbre.

Como aquí la falta de oxígeno no tiene nada que ver con estar a 8.000 mt. le descendemos sin prisa pero sin pausa y sin mayores problemas.

Y ya por fin nos vamos acercando a los 2000 mt. que hay en el collado donde comienza la parte última que lleva a los 2.234 mt. de la cumbre. Vemos que varios montañeros están iniciando este último tramo.

Muy bonita esta cara este de la montaña.

Ultima parte de la arista con la sierra de Orpiñas y el Pico  de la Calar enfrente nuestro. Ahí estuvieron ayer Jose y Jelu.

 Llegamos también nosotros a la parte última de la subida. No estamos a 8.000 mt. pero damos pasos como si lo estuviésemos. Veinte pasos y parada, otros veinte pasos y otra parada. Son ya las 3 de la tarde, pero no tenemos prisa. Sabemos que el descenso por nieve se suele hacer en menos de la mitad del tiempo que lleva en la subida.

Chema que va por delante, nos saluda ya sobre la cornisa que nos depositará en la cumbre.

En una de las paradas me fijo en lo preciosa que esta la zona de Peña Prieta. A nuestros pies tenemos la carretera que desciende del puerto de San Glorio.

 Mayte que se retraso un poco al pararse para hablar con la familia (¡que gran invento esto de los móviles!) llegando también a la cumbre con la sierra de Orpiñas y el Espigüete de fondo.

 Y a las 3,30 tras 6,30 horas de duro bregar, llegamos a la cumbre que nos muestra esta espectacular panorámica de la zona de Fuente Dé.

Llama la atención la blancura del Tesorero y la rocosa pared sur de los Horcados Rojos.

 Hacia el Oeste la vista se pierde en el horizonte. En primer término el Pico Vallines.

Antes de saciar nuestros vacíos estómagos, nos hacemos la foto de cumbre. Hoy muy, pero que muy trabajada.
Bueno, unos mas que otros.

Mayte por ejemplo, fresca como una lechuga.

Estos dos viejos amigos no tan frescos, ¡pero aquí estamos!
¿Te acuerdas amigo Justy cuando hicimos cumbre en esta montaña allá por 1992?
Pues casi 25 años después aquí estamos dando guerra aún.

 Picos de Sta. Ana, Tiro Noavarro y Peña Vieja.

Fuente Dé enterito nevado.

Peñas Malas que visitamos va hacer un año, en primer término.

Iniciamos un veloz descenso que como es cuesta abajo, lo vamos disfrutando todo lo que lo sufrimos en el ascenso.

La tarde va cayendo y las sombras de las montañas se alargan creando unas bucólicas imágenes.

Al volver a pasar por la cabaña de Prao Cubo nos fijamos en la nieve que de esa manera cuelga del tejado, con las Peñas de Llesva como fondo.

A las 7,15 llegamos a los coches cundo la luna casi llena, comienza a alumbrar casi, como si fuese de día. Comentamos que hubiese sido una buena ocasión para haber realizado una nocturna.
Habrá que dejarlo para otra ocasión, que por hoy ya hemos tenido mas que suficiente.
El magnífico día lo rematamos en Panes con chocolates, cervezas, y unos pinchos de carrillera con patata panadera que no os podéis ni imaginar.



sábado, 6 de febrero de 2016

Canal del Haya: recorriendo caminos imposibles.

Este reportaje se lo quiero dedicar a nuestro amigo Julian, que cuando aún nos acompañaba, me propuso en varias ocasiones que pusiera en nuestro calendario esta marcha que el ya conocía, y de la cual no dejaba de  ponderar la belleza de su recorrido, pero por distintos motivos la cosa no llego a cuajar y después de pasar bastante tiempo, aún seguíamos sin conocer.

Hasta el sábado pasado en que por fin se aliaron todas las circunstancias y pude conocer este bonito y espectacular recorrido. Los Gominolas ya habían hecho esta marcha hacia pocos días y Chema y Adolfo que ya la conocían, se ofrecieron para actuar de guías y llevar a buen término este espectacular recorrido que transcurre por sitios increíbles, que sin conocer un poco la zona, es muy difícil de transitar.
Solo nos juntamos para la ocasión Adolfo, Chema, Victor y yo, que era el único que tenia un desconocimiento total de la zona.
Como la duración de la marcha es de unas 5 horas, madrugamos y para antes de las 3 ya estábamos en nuestras casas para comer con la familia.

A las 8 menos diez nos pusimos en marcha desde la carretera que sube a San Roque de Ríomiera, mas concretamente desde el alto de Linto, por debajo del barrio de Ajanedo, sacudidos por unas fortísimas rachas de viento sur que fue el protagonista de la mañana, sobre todo en la parte mas alta del recorrido.

Tras pasar por el barrio de Ajanedo, casi sin ganar altura vamos en dirección este, al principio por un camino hormigonado, mas tarde por camino de hierba para finalmente entrar en un bonito sendero empedrado cuando este realiza un giro y coge dirección sureste. Por aquí el viento apenas nos molestaba.

A nuestra izquierda y hacía el norte vemos Santander y la Peña Cabarga, y por debajo, el desfiladero por donde la carretera llega hasta el pueblo de Mirones cuyas casas se ven aún en la sombra.

Tras un rato de ascensión, llegamos al Alto de Bustablado, un pequeño collado desde el cual se tiene la primera visión del caótico terreno calizo con su aparentemente intransitable lapiaz, en cuyas entrañas hay que adentrarse para llegar a la famosa Canal del Haya.

Al fondo, un poco a la izquierda, donde se intuye un pequeño bosque de hayas, se encuentra la susodicha canal.

¿Pero como se llega hasta ella?, aparentemente este terreno es impracticable.
Un marcado sendero nos desciende del collado y nos va introduciendo en el caótico lapiaz.

 Un auténtico bosque de piedra.

El sendero bastante marcado (quien lo diría)  nos va introduciendo por un terreno imposible.


Cada tramo del camino es toda una sorpresa de rincones increíbles, donde si no fuera por el sendero que estamos siguiendo, seria totalmente imposible de transitar.


Este árbol ha germinado en la misma roca.

Da la sensación de que nos estamos introduciendo en las mismísimas entrañas de la tierra.




Voy continuamente haciendo fotos y grabando vídeos. En este punto se me acaba la batería de la máquina, voy a echar mano de la que llevo de repuesto, y ¡Oh sorpresa! ¡no está!
Me doy cuenta de que cuando paramos en el Alto de Bustablado para hacernos la foto del grupo, la máquina se me cayó al suelo y lo mas probable es que también se me cayera la batería y no me diese cuenta.
Se lo comunico a mis compis y tras dejar mi mochila en el suelo, salgo "escopetado" hacia el lugar donde pienso que la perdí. Efectivamente, tras veinte minutos de deshacer el camino, llego al collado y allí encuentro en el suelo la dichosa batería.
Se lo comunico a los que me están esperando por el talqui y regreso a todo "meter" hasta donde los he dejado. Al final no ha sido tanto, un poco mas de cansancio en mis piernas, y 35 minutos de tiempo perdido.

Subsanado el percance, continuamos el camino y llegamos a otro sitio increíble donde hay una cabaña sin tejado, usada en tiempos de posguerra como refugio de los emboscados, entre los que destacó la Brigada Malumbre, continuación del conocido grupo de El Cariñoso.


Tras un rato de empinada subida, llegamos a un alto donde el cerrado lapiaz da paso a unas bucólicas praderías. Desde este punto se puede continuar un tramo mas hasta llegar a una gran y solitaria haya para desde ella seguir haciendo circuito recorriendo unos altos que quedan a nuestra derecha, pero nosotros vamos a deshacer un tramo del camino para volver a introducirnos en el caótico lapiaz y coger una variante que Adolfo trae en su GPS y que recorre unos tramos de tanta o mas belleza que los ya recorridos.

En este tramo el sendero apenas es perceptible y Adolfo tiene que utilizar el GPS para seguir el camino correcto.

Seguimos encontrando rincones preciosos.......

 Y espectaculares.



La caliza lo domina todo y nos ofrece espectaculares esculturas.


 Imposible de andar por aquí sin un guía bien "documentado".

Hay tramos donde es imprescindible utilizar las manos para poder progresar.

Y otros tramos donde algunos se lo toman con auténtico "relax"


 Encontramos pasadizos similares a los del Asón, pero estos son totalmente intransitables.

Un tramo de "disfrutona" trepada.


 Tras superarla, vemos el espectacular tramo que acabamos de recorrer.

 Y al fondo la solitaria haya de la que os hablaba antes.

Ahora el terreno se suaviza un poco y ascendemos hacia unas formaciones rocosas en forma de barco
azotados por fuertes rachas de viento.

 Es el punto mas alto del recorrido. Enseguida comenzaremos el descenso hacia el punto de partida completando así un magnífico circuito.

Pasamos junto a otro lapiaz con escultóricas figuras.
Recorremos un tramo en llano ya fuera del lapiaz y antes de iniciar el descenso, en el que en algunos momentos parece que vamos a salir literalmente volando arrastrados por las fortísimas rachas de viento.
En cuanto perdemos un poco de altura la cosa se calma un poco y podemos caminar un poco mas relajados.

El descenso lo hacemos por el fondo de un valle que nos muestra unos rincones la mar de bucólicos.
Pequeñas y coquetas praderías ganadas al pedregal por los antiguos ganaderos que vivieron unos tiempos en los que la ganadería estaba en pleno auge.


 En el último tramo antes de llegar de nuevo a la carretera, tenemos esta visión de este glaciar de rocas, muy similar, aunque de mucho menor tamaño, al Canchorral de Hormas en el macizo oriental.

Chema en una pose de las suyas.

Esta figura de búho, casi casi da el camelo.

Pasada la 1,30 llegamos al coche y damos por finalizada otra mañana muy bien aprovechada.
Después de tantos años recorriendo nuestras montañas, no me deja de sorprender los recorridos y los rincones de gran belleza que aún nos quedan por descubrir.
Aparte de los paisajes descubiertos, hemos disfrutado de las galletas de Chema, del caldo mio, receta del amigo Justi, del vino de la bota de Adolfo, y de su bien hacer como guia. Te has ganado el titulín, amigo Adolfo.

El vídeo de la marcha, y HASTA LA PRÓXIMA!