sábado, 19 de marzo de 2016

Recordando viejos tiempos por Campoo

Mis inicios en la montaña invernal al principio de los años noventa, tuvieron como principal escenario la zona de Campoo. Era bastante habitual que llegado el sábado, me cogiese el primer tren para Reinosa (creo recordar que salia a las 6,30 de la mañana) y tras dos horas de viaje, llegar a esta localidad, donde alquilaba un taxi para que me acercarse a algunos de los pueblos que se encuentran al pie de las muchas cumbres, próximas, o por encima de los 2000 mt. que hay por la zona.
El que mas solía visitar sin duda, era Proaño, desde el cual acometía la subida al Cueto Ropero, y si el día y la nieve reunían condiciones, también visitaba el Pico Cordel, e incluso alguna vez me llegué hasta el Iján, eso si, dándome unas triscas de campeonato, pues en aquellos años, las raquetas eran prácticamente desconocidas por los montañeros, y si la nieve estaba blanda, tocaba hundirse hasta donde según fuese la altura de la nieve.
De esto hace ya muchos años, y no se muy bien porque, este sábado, aunque daban mal tiempo, y tras la vuelta a tras de J.R. para subir al Castro Valnera, se me antojo el hacer una escapada en solitario por esa zona que tantos recuerdos me trae, y así fue que a las 8,15 de la mañana me encontré sentado en un vagón del tren de la Renfe camino de Reinosa,
Y lo mismo que hacia hace mas de 20 años, también en esta ocasión, en un taxi, me acerque hasta el pueblo de Proaño.
Acercándose al pueblo por la carretera, se tiene una magnífica vista de la larga arista que por encima del monte de Proaño asciende hasta el Cueto Liguardi, pudiendo comprobar que de momento se encuentra libre de nubes, lo que me hace concebir esperanzas de que no este el día tan malo como habían pronosticado.

Y a las 10,30 me puse en marcha sin una idea muy clara de lo que al final aria.
La nieve comenzaba unos metros por encima del pueblo, por lo que enseguida me calcé las raquetas y dando los primeros pasos, decido sobre que rumbo tomar. Como veo que la nieve esta en bastantes buenas condiciones para caminar en solitario, decido bordear el Cueto Ropero por su vertiente norte para meterme y superar la bonita canal que te deposita 150 mt por debajo de esta cumbre, pensando que en ella podre disfrutar superándola con los crampones.
Pero al poco de iniciar la marcha la niebla comienza a meterse y en pocos minutos me rodea totalmente limitándome considerablemente la visibilidad.
Como conozco bien la zona y tengo la aplicación del móvil que me marca continuamente mi posición en el mapa, decido continuar hasta ver como evoluciona la cosa.
Mi primer objetivo es llegar hasta la vega que hay al pie de la canal, donde hay una cabaña que me puede servir de cobijo para pararme a tomar el primer tentempié.
Pasadas las 12 llego por fin a ella, totalmente rodeado por la niebla, cuando salgo después de haber recuperado fuerzas, veo que la niebla se ha despejado un poco y me deja ver mejor la zona.


Con lo poco que me deja ver la niebla, aprecio justo enfrente de la cabaña, una canal totalmente tapada por la nieve y que tras consultar el mapa, veo que dicha canal asciende en linea recta hasta morir en el collado que separa las cumbre del Liguardi y el Cueto Ropero.
Viendo que la niebla se vuelve a cerrar y que no me va ha dejar disfrutar de buenas vistas, me calzo los crampones y me meto en la canal para salvar los 300 mt. que me separan del collado.
Poco mas de una hora me lleva superarla, y viendo que por arriba la niebla apenas deja ver nada, tras pisar la cumbre del Cueto Liguardi, inicio el descenso por la arista que termina donde comienza el monte de Proaño. Desciendo también este monte hasta llegar a la cabaña que hay al final del mismo y donde me cobijo para disfrutar de la comida que he traído hoy, pues hace ya un rato que comenzó a nevar por la zona de arriba y que por debajo de los 1.400 mt. se convirtió en lluvia.
Arriba he puesto tres mapas donde he marcado el recorrido realizado.

Muy pocas fotos pude hacer en esta ocasión. Esta que os pongo aquí es de las huellas que fui siguiendo todo el recorrido hasta llegar a la primera cabaña, y que creo que son de una loba con dos lobeznos, ya que un perro con crías no creo yo posible que anden por el monte.

La cabaña donde me pare a tomar el aperitivo. Como se puede ver, casi dos metros de nieve la rodean.

La única compañía que tuve, este pájaro que me recibe en el tejado de la cabaña.

Desde la cabaña veo la canal por la que ascendí.

Aquí ya en la parte final de la canal.

 Lo que se veía de la zona de Campoo desde el Cueto Liguardi.

El collado donde terminaba la canal y el Cueto Ropero tapado por la niebla.

En primer término la canal por donde subí, y por debajo de las cornisas que se ven al fondo, la canal por donde había pensado subir.

El descenso hasta la cabaña que hay a la salida del monte la realizo, primero nevando y por debajo de los 1.400 mt. lloviendo. Menos mal que tengo mi paraguas montañero.
Une vez en la cabaña, comiendo a mesa puesta.

La cabaña que me ha servido de refugio.

 A las 4,30 llego de nuevo a Proaño. Como el tren le tengo a las 7 menos cinco y el taxi esta mañana me llevó 18 €, decido recorrer los 10 km que me separan de Reinosa andando, que no cantando, bajo la lluvia.

 La vista que por la mañana se veía despejada del monte de Proaño y de parte de la arista por donde he descendido, ahora cubierto por las nubes y la niebla.

Llegando ya a Reinosa bajo la lluvia, donde antes de coger el tren, me dio tiempo a tomarme un chocolate con una cañita.
Por último un pequeño vídeo del día.






sábado, 12 de marzo de 2016

Cabeza Llambria: gran mirador del Cares y del macizo central

La ascensión a la Cabeza Llambria desde Puente Poncebos la teníamos en el calendario para el mes de Enero, pero como este invierno hasta Febrero la nieve ha escaseado mucho, aprovechando las nevadas caídas en los días pasados, este sábado nos fuimos a realizar dicha ascensión, con la esperanza de que el día nos acompañase y así poder disfrutar de las espectaculares vistas que esta cumbre ofrece, sobre todo del macizo central y de la garganta del Cares.
Por esta zona ninguno habíamos andado con nieve, por lo que el atractivo añadido para esta marcha era tener un día despejado y poder disfruta del paisaje nevado.

A las 8,30 de la mañana nos hacemos la foto de salida justo en el punto donde se inicia el espectacular recorrido de la Senda del Cares.
Nuestra idea inicial era seguir la senda hasta la mitad de su recorrido, donde la dejaríamos para acometer la subida de la canal de Culiembro. Luego sobre la marcha, y a sugerencia de Jelu, la cambiamos por la canal de la Raya, camino mas directo que la de Culiembro para llegar hasta la majada de Ostón.

 Justo recordando viejos tiempos cuando el y yo, allá por el final de los años 80, nos iniciábamos en esta estupenda afición del montañismo que tantas satisfacciones nos ha dado, y nos sigue dando.

Subiendo hacia los Collados con el Murallón de Amuesa nevado.

Desde los Collados se tiene una buena vista del primer tramo de la senda del Cares, y en la parte superior izquierda de la fotografía, ya se intuye la majada de Ostón por donde nosotros tenemos que pasar en nuestra ascensión hacia la Cabeza Llambria.

Ya bien metidos en la senda, un vistazo atrás para disfrutar de la belleza que nos ofrece la zona de los Collados con las dos alternativas de camino que ofrece la senda en este primer tramo.
Algunos de nosotros a la vuelta utilizamos el recorrido inferior.

Con el cambio de planes, enseguida abandonamos la senda para meternos de lleno en la canal de la Raya. Recorreremos un tramo para abandonarla también enseguida, cogiendo un marcado sendero que abandona el fondo de la canal por nuestra izquierda.

En este punto, algunos proponen que ya es hora de hacer la parada para tomar las 11, aunque aún quede casi media hora. Otros dicen que esperar para hacerlo un poco mas arriba.
Al final y tras algún "cambio de impresiones" mas o menos elevado de tono, nos paramos en un auténtico nido de águilas, con una magnífica vista sobre la senda y el río Cares.

 Tras lo cual seguimos ascendiendo para enfilar la arista que cierra la canal de la Raya por su margen izquierda y que nos permitirá llegar hasta el final de dicha canal sin recorrer su fondo, ya que hoy en día es prácticamente impracticable.

En la ascensión hacia la arista pasamos por unos espectaculares balcones sobre la Divina Garganta.

Comenzamos a recorrer esta arista dejando a nuestra derecha el fondo de la canal y teniendo como fondo los mil metros totalmente rectos de la canal de Sabugo que sube desde el río hasta la majada de Amuesa.

 Espectaculares las vistas desde aquí.

A nuestro frente y nuestra izquierda tenemos ya el paisaje totalmente nevado de la majada de Ostón y en la parte superior izquierda de la Cabeza Llambria, nuestro objetivo de hoy.

Preciosa se nos ofrece hoy, aunque la niebla anda jugando con ocultárnosla.

Pasada la majada de Ostón afrontamos la subida hacia la cumbre por un terreno con continuos jous y muy caótico, que dificulta mucho la orientación.
Afortunadamente, hoy nos encontramos con la nieve en magníficas condiciones para andar y aunque con esfuerzo, vamos disfrutando de la ascensión.

Bueno, en todos los trabajos se fuma....

Tras un buen rato de duro bregar y de dudas sobre donde se encuentra la cumbre, por fin, pasadas las dos de la tarde enfilamos los últimos metros para llegar a ella.

Llegamos muy cansados y como la temperatura es relativamente agradable y no tenemos ni pizca de viento, inmediatamente nos ponemos a comer, a la espera de que la niebla que nos oculta parte de las vistas baya despejando.
Después de lo cual toca hacerse la foto de cumbre. Primero el fotógrafo es Jelu....

....y después Justo.

La niebla juega con nosotros y tan pronto parece que despeja como vuelve a cerrarse.
Aprovecho para fotografiar la zona de Cain que se ve al fondo.

 Pero cuando a las tres y media comenzamos a abandonar la cumbre, la niebla parece que definitivamente nos deja ver todas las maravillas que nos rodean.

Por detrás de Jose la Vega de Arío totalmente blanca. A la derecha la cumbre de la Cabeza la Verde, 60 metros mas alta que el punto donde nos encontramos.

 A la izquierda se ve la parte final de la canal de Trea, a la derecha la Vega de Arío y al fondo el Jultayu y las demás cumbres desde aquí visibles del Occidental, aún tapadas por los últimos penachos de niebla.

 Mis compañeros ya han iniciado el descenso. Yo me resisto a abandonar la cumbre hipnotizado por lo que ven mis ojos.


Los Dobresengos, Cabrones y Torrecerredo tapizados por el blanco elemento recién caído.

La niebla se ha ido y ya me deja ver el Cuvicente a la izquierda. En el centro y al fondo, la Torre del Alba que visitamos en el mes de Enero.

Los caminos que hemos trazado hoy.

 Al fondo los Cuetos del Albo y en primer término los del Trave.

Mis compis que bajan unos metros por delante mía, posan para mi.

 La máquina hecha humo.

Los Albos preciosos, con mas detalle.

Esta vista del Central con la Cabeza Llambria a la derecha.

Canales del Agua y de la Ria. ¡Que ganas de superarlas con nieve!

A nuestra izquierda dejamos la Cabeza Julagua. Con sus 1.720 mt. es la cumbre mas alta de esta zona.

El Cares 1.300 metros por debajo nuestro.

Pocas veces podemos ver la canal de Piedrabellida y el collado Cerredo con tanta nieve.

 Bajamos directamente hacia las cabañas de Ostón con la intención de descender hacia el Cares por la canal de Culiembro.

Antes una paradita para asesorar a Adolfo como hacerse con el material de invierno, que parece que le ha gustado esto de la montaña invernal.

 Nos acercamos al inicio de la canal de Culiembro, pero con la nieve no se ve ni rastro del sendero y no tenemos nada claro por donde descender. Ante la duda y tras unos minutos de indecisión, decidimos ir en busca de la huella que dejamos por la mañana y descender por la canal de la Raya.

 A medida que perdemos altura la nieve se pone mas paposa y cuando salimos ya de ella, nos quitamos la raqueta con alivio.

 Como se ve, el ambiente montañero es espectacular.



Sin mas novedad llegamos a la senda y por esta maravilla de la naturaleza dirigimos nuestros pasos para regresar al punto de partida.
Lo hacemos justo a las 7,30, es decir, nos ha llevado justo 11 horas la subida hasta los 1.658 mt. que tiene la Cabeza Llambria, y aunque algunos no regresan muy satisfechos de esta cumbre, a mi me parece uno de los recorridos mas espectaculares de los que se pueden realizar en los Picos de Europa, mas hoy, en que hemos disfrutado de ese ambiente tan invernal y que a mi particularmente, tanto me gusta.
¡Hasta la próxima!