martes, 30 de enero de 2018

Nocturna de Proaño al Pico Liguardi

El pasado martes día 30 de Enero, saldamos una deuda que teníamos pendiente hace ya mucho tiempo, con una actividad largamente reclamada por algunos, pero que por unas causas o por otras, no se terminaba de concretar y de llevar a efecto. Se trataba de realizar una marcha nocturna, para lo cual se tienen que dar una serie de condiciones que consisten, en primer lugar, que este una noche despejada, en segundo lugar, que la montaña se encuentre con un mínimo de nieve, y en tercer lugar, que haya luna llena, o que sea un día muy próximo a la luna llena, para que la diosa Selene proporcione suficiente luminosidad para poder ver donde se ponen los pies al caminar. El miércoles día 31 de Enero era la luna llena, pero como para este día pronosticaban que podía estar algo nuboso por la tarde, lo adelantamos al día anterior, martes 30.
Al ser día de labor, y haber gente que tiene que trabajar, pensé en una marcha sencilla que nos permitiese regresar a casa a una hora prudencial. Este era el plan, salida de Santander a las seis de la tarde, llegada a Proaño hacia las siete, inicio de la ascensión hacia las siete y cuarto, ya de noche y con luna. Llegada a la cumbre del Liguardi hacia las diez y media, foto de cumbre y regreso de nuevo a Proaño hacia la una de la mañana, con lo cual, para las dos o dos y media como muy tarde, poder estar de nuevo en casita y meternos a la cama.

Al final se apunto mas gente de la prevista, Justo, Rafa, Victor, Jose, West, Juan Carlos, Sonia y un servidor, mas la parejita de cuatro patas Keko y Pepa.

La foto de salida tomada delante de la Torre de Proaño en donde dejamos los coches, trescientos metros antes de las primeras casas del pueblo.

La primera sorpresa desagradable que nos llevamos fue que nos encontramos con bastante menos nieve de la esperada, que enseguida fue compensada con la claridad de la noche y el espectáculo que nos ofrecían las luces de los pueblos, desde los que se encuentran a la orilla del pantano, pasando por Reinosa, hasta los últimos  que uno se encuentra cuando asciende hacia la estación de Alto Campoo.

Atravesamos el bonito robledal que compone el Monte de Proaño con la nieve en muy buenas condiciones, ya que no fue necesario utilizar las raquetas para caminar por el.

A la salida del monte hicimos una parada para cenar un poco y sobre todo, calentar los estómagos con las bebidas calientes que ha traído el personal. La temperatura muy agradable para caminar, aunque en cuanto se paraba uno, había que abrigarse bien.

Tras dejar atrás el Monte de Proaño, se acomete la larga arista que tras superar quinientos metros y pasando por el Cueto Ropero, lleva a la cumbre del Liguardi.

Por aquí la nieve nos la encontramos bastante dura, por lo que algunos optamos por ponernos los crampones. Al fondo se ven las luces de los pueblos y de Reinosa.
Justo, muy bien pertrechado para afrontar la ascensión.



Lo mismo que Jose, que aquí esta atravesando un tramo donde no había nada de nieve.

Entre el Cueto Ropero y el Liguardi, como es una zona muy venteada, se encontraba casi totalmente limpia de nieve, lo que quitaba un poco de encanto a la ascensión.
Cerca de las once llegamos a la cumbre del Liguardi, a 1.969 m.


Como hoy no se puede fotografiar las vistas, nos fotografiamos nosotros.






Las luces de Reinosa. Desde la cumbre del Liguardi se divisa gran parte de la costa de Cantabria, pero en esta ocasión al estar tapada por una baja capa de niebla, las luces de las ciudades, incluida Santander, solo se intuía por debajo de las nubes. 

Estan son las luces del poblado de Braña Vieja.

El personal enseguida comenzó a sentir el frío, por lo que iniciamos el descenso a todo trapo. 


Entrando en el Monte de Proaño.

Sin mas novedad, a eso de la una y media llegamos de nuevo a Proaño.

Caminar por la montaña con la luz de la luna llena y con nieve, resulta todo un espectáculo para los sentidos, que merece mucho la pena vivir aunque solo sea una vez al año y aunque haya que pasar algo de frío. Los que participamos en esta ocasión, quedamos con ganas de repetir, y como en el mes de Marzo hay dos días de luna llena, y caen el uno en viernes y el otro en sábado, si se dan las tres condiciones básicas para realizar esta actividad, pues muy probablemente repitamos, y por supuestos, estáis todos invitados a la "fiesta".
 En esta ocasión vídeo no hay, como es obvio. ¡SALUDOTES!

domingo, 28 de enero de 2018

Intento a la Pica del Jierru

Como el tiempo seguía con la cantinela de sábado mal tiempo, y domingo bueno, pues en esta ocasión salimos el domingo y a propuesta de Jelu, nos fuimos al macizo Oriental a pisar la nieve recién caída.
Nos presentamos en el Jito de Escarandi, o Majada del Hoyo del Tejo, con la intención de dirigirnos hacia el collado Valdominguero, y los que quisieran, intentar llegar hasta la cumbre de la Pica del Jierru.

Así se veían los Tiro Navarro y Peña Castil desde el aparcamiento donde iniciamos la marcha. 

El Neverón de Urriello y los Albos.

Peña Castil parece que me esta llamando.

Los seis que nos juntamos en este día. Hay que añadir a nuestro viejo amigo Jota, que hacia ya tres años que no sabíamos nada de el, y nos dio la sorpresa de presentarse en el aparcamiento cuando ya estábamos a punto de iniciar la marcha. A partir del Casetón de Andara, también nos acompaño Faustino, un montañero de Burgos que andaba solo por la zona. 

El Cueto de la Cerralosa estaba así de guapo.

Aproximándonos al Casetón de Andara con el Pico Macondíu de fondo.

Una vista mas amplia hacia el norte.

El personal posando con el Macondíu, que estaba espléndido.


Llegamos al refugio y dentro de el nos tomamos el primer tentempié de la jornada, para a continuación seguir camino hacia el Cdo. Valdominguero.
Desde el Cdo de la Aldea, un poco por encima del refugio, vemos así de guapo al Macondíu. 

Hcia el Oeste vemos asomar el Cueto Tejao y el Deboru.

Pasamos por la derecha de la zona del Pozo de Andara, con el Cdo. Valdominguero y la Pica del Jierru al fondo. También se ve a la derecha el Pico Valdominguero.

A nuestra izquierda vamos dejando las paredes norte de la zona de los Grajales, que lucen sus mejores galas.

Atravesamos toda esta hondonada en busca del Jou Lleroso. 



Chema en sombra con el Pico Soriano al fondo.

En esta se añade Marta.

El Macondíu esta hoy como nunca lo había visto yo. A la izquierda de la foto se ve el mar Cantábrico de fondo. Si os fijáis, un poquito a la izquierda de la porción de mar que se ve, se intuye una manchita blanca, que resulto ser un barco. 

Que consigo captar con mas nitidez, poniendo a tope el zum de mi cámara. 

Proseguimos hacia nuestro objetivo. La nieve en buenas condiciones para andar con las raquetas.

El viento que sopla por las cumbres, levanta estas cortinas de nieve que contribuyen a realzar la belleza de todo lo que nos rodea.



Llegamos a la entrada del Jou Lleroso donde tenemos que perder algo de altura. El Pico Valdominguero, también nos muestra su belleza.

Llegamos al pie del Cdo. Valdominguero y el grupo se divide. Jelu y José Luis, suben hacia el collado para desde allí, iniciar el regreso. El resto vamos a intentar hacer cumbre en la Pica del Jierru. Pero la nieve por aquí esta muy suelta y nos obliga a realizar un gran esfuerzo. Turnándonos vamos ascendiendo hacia un collado para desde el iniciar el ascenso final hacia la izquierda.


Jose, que esta sufriendo el daño que le produce una bota, va llegando como puede hasta nosotros.

Un vez en el collado, intentamos por dos sitios distintos coger la arista que nos llevaría a la cumbre, pero tras un rato de intentarlo, tuvimos que desistir ya que ofrecía bastante peligro debido a su exposición.  

Pero un poco por debajo del collado, aviamos visto una vertical pala de nieve que parecía menos peligrosa, y antes de desistir definitivamente, Jota y yo, intentamos progresar por ella.

Y efectivamente, haciendo unos muy buenos peldaños, fuimos progresando y superándola sin mayor dificultad.
Pero mirando hacia abajo, veo que mis compañeros han iniciado el descenso, y ante mi requerimiento para que nos sigan, me comentan que se dan la vuelta y que no continúan con la ascensión.
Jota me anima a continuar, pero me comienza a rondar la duda, sobre todo me cuestiona el que si yo continuo hacia arriba, ellos van a descender hasta los coches mucho antes que nosotros y van a tener que esperarme mucho tiempo.
Durante unos segundos continuo con la duda, pero al final decido darme la vuelta y descender con el resto. Jota, como ha venido con su coche, decide continuar, y pensando que ya no nos volveremos a ver, me despido de el hasta la próxima.


Mis compañeros desciende por delante de mi.
Por cierto, que otra circunstancia que me animo a no continuar, fue que al salir del collado, la funda de mi maquina de fotos se soltó de la mochila y rodó con la maquina dentro, unos cuarenta metros por debajo nuestro, hasta que tuve la fortuna de que se paro en la huella que habíamos hecho al subir.

Las paredes de la cara norte del Grajal.

Seguimos el descenso en busca de un lugar donde nos diese un poco el sol para pararnos a comer.


Cuando estábamos a mitad de bocadillo, vemos a Jota que ya esta descendiendo de la cumbre del Jierru.

Aquí le vemos llegando ya a la zona del collado donde los demás nos dimos la vuelta.

En menos de media hora llega al lugar donde nos encontramos y comparte con nosotros la cumbre recién pisada, que para nada entraba en los planes que el traía para el día de hoy.

Nos produce un poco de frustración el no haber continuado hacia la cumbre. Nos lo compensa la magnífica tarde que disfrutamos y la belleza que nos rodea.






Las fotos hablan por si solas.




La sierra del Cuera. En el centro, el Torbina.

Pasamos de nuevo por el Casetón de Andara y Chema y Marta posan en la vagoneta que hay junto al refugio, a la entrada de una boca mina, ahora totalmente tapada por la nieve. 

Dejamos atrás el refugio. Se le ve a la izquierda de la fotografía. 


Nos despedimos de las montañas que nos han acompañado en el día de hoy y que nos han mostrado toda su belleza invernal.
Magnífico esta resultando este invierno, como hacia años que no teníamos.